Si mantienes la atención en el cuerpo siempre que te sea posible, estarás anclado en el ahora. No te perderás en el mundo externo ni en la mente. Los pensamientos y las emociones, los miedos y los deseos, pueden seguir presentes en alguna medida, pero ya no se adueñarán de tí.
POR FAVOR, ANALIZA DÓNDE ESTÁ TU ATENCIÓN en este momento. Estás escuchándome o estás leyendo estas palabras en un libro. Ése es el centro de tu atención. También eres consciente periféricamente de tu entorno, de otras personas, etc... Además, puedes tener cierta actividad mental en torno a lo que estás oyendo o leyendo, algún comentario mental.
Pero no es necesario que nada de lo anterior absorba toda tu atención. Intenta mantenerte simultáneamente en contacto con tu cuerpo interno. Mantén parte de la atención dentro de tí; no dejes que toda ella fluya hacia fuera. Siente tu cuerpo desde dentro como un campo energético unificado. Es casi como si estuvieras escuchando o leyendo con todo tu cuerpo. Practica esto en los próximos días y semanas.
No entregues toda tu atención a la mente y al mundo externo. Intenta concentrarte en lo que haces con todos los medios a tu alcance, pero al mismo tiempo siente tu cuerpo interno siempre que puedas. Mantente arraigado en tu interior. A continuación observa cómo eso cambia tu estado de conciencia y la cualidad de tus acciones.
Por favor, no te limites a aceptar o negar lo que digo. Haz la prueba.