Por muchos, muchos miles de años, la humanidad experimentó todas las facetas del mundo como un Ser vivo con Espíritu. Los pueblos originarios se comunican periódicamente con las plantas, con los animales, y con las fuerzas naturales del mundo. Esto no es una práctica religiosa, no es un sistema de creencias. Es un hecho cotidiano de la vida. Estas relaciones son esenciales para nuestra salud y bienestar. Algunos dicen, hemos evolucionado más allá de la superstición. ¿Por qué nos debe importar cómo vivieron o viven los pueblos originarios? |
Sí…es cierto . Creemos que hemos conquistado la Tierra, que hemos aprovechado las fuerzas elementales de la naturaleza. Y muchos viven una vida de poder, confort y materialismo. Mientras tanto ... todo el mundo sufre. Lo llaman el cambio climático... injusticia social... contaminación de las aguas subterráneas... drogadicción... la capa superior del suelo erosionado... las zonas oceánicas muertas, la disfunción familiar, las especies extinguidas, un profundo sentimiento de impotencia, alienación y depresión. Llamémoslo como queramos. Cuando tratamos a la Tierra y a todo en ella, como recursos inanimados, en lugar de como los seres dinámicos y sensibles que son, se crea un desequilibrio enorme.
Seamos los que promovamos un cambio en los demás…. promovamos el tipo de escucha profunda que viene por el oír, no con la mente, sino con nuestros corazones. Para lograr el equilibrio de nuevo en el mundo, tenemos que escuchar a las personas que vinieron antes que nosotros. Tenemos que escuchar a la gente de esos pueblos que aún viven, para aprender las lecciones que sirvieron a la humanidad durante miles de años. Y tenemos que escuchar a los Espíritus que viven de la naturaleza que están ahí para ayudarnos a despertar a toda la Vida.
Escuchar PROFUNDAMENTE…CON EL CORAZÓN..
Podemos ya gracias a que los velos se van haciendo casi imperceptibles…sentir a un árbol, a un animal y hasta a una roca…sí podemos. Y si lo sentimos probablemente una ola de Amor nos envuelva con ellos,y comenzáremos a dejar de dañar y también a despertar a los otros a la posibilidad de hermanarnos con los reinos. Lo olvidamos…pero ellos (los reinos que llamamos inferiores) vinieron a trasmutar con nosotros la energía de la Tierra… y nosotros, como sus hermanos mayores vinimos a protegerlos, a ayudarles a evolucionar con nuestro contacto amoroso, y aprender de su ENTREGA. Los pueblos Originarios lo comprendían mejor que nosotros, por lo tanto…tal vez no sean tan primitivos como nos quisieron hacer creer. Tenemos que abrirnos y comenzar a dialogar con el Espíritu Dévico de todo lo que nos rodea…con el que somos UNO. Tal vez escuchando y aprendiendo, logremos irradiar mucha más Luz en éste amado planeta…al menos nos daremos cuenta de la maravillosa energía de los árboles, los animales, las piedras, el agua…que nos estamos perdiendo, por no silenciarnos mentalmente…y fluir desde el corazón. DE MI CORAZÓN AL CORAZÓN DÉVICO DE TODAS LAS FORMAS,LANZO UNA ENORME LLAMA DE AMOR… QUE LOS INCLUYE A TODOS COMO HERMANOS EN LA LUZ!!!
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